Un olvido no es casual.

lunes, 31 de enero de 2011

El último intento de la nostalgia

Este, es… ¿el fin?


El amor, ¿se ha ido, y nada más?

¿A cambio de qué?

Mamá… la vida nos deja… ¿Por qué?



Ver sin ver

Ver sin ver nuevamente.

Acaso es… ¿lo que dije porque no se me ocurrió nada?

¿Soy yo?

.

.

.

¿Qué soy yo?

¿Quién soy yo?

.

.

.


Tan solo lo hice porque ya no lo soportaba…


Este,

Este es… el fin.

Duele

Me duele la impotencia, el verte frente a mí

Extraño las mañanas de besos al espejo

Esas cosas que aún tengo que decirte, y que jamás diré

Las letras muertas que resuenan en mi habitación…



Me duele la vida, el verte respirar

Saber que todos los días pierdo otra oportunidad

Esas cosas que he querido decirte, y que jamás creí

Las verdades universales que envuelven nuestro amor



Ese amor del que he hablado tanto, pero que jamás existió

La raza de la sabiduria y la ignorancia popular

Cuanto más lejos, tanto más cerca, el pensamiento debe reflejar un espectro infrarrojo

La tinta del papel forma patrones de calor

Y acaso las gotas erosionan un pozo tan rápido como lo hago yo

Acaso siento las vibraciones de ultratumba persiguiéndome, ¡Acaso!






Los limites los creamos todos

Señores me acusan de hacer apologías impías
De incentivar al suicidio, incesto, poligamia, ateísmo, lesbianismo

Yo no consolide las voces que dicen MILF, o GANG BANG, o vida patética de mierda

Ni siquiera materialismo puro, felicidad artificial, o superficialidad

Envidia nacionalista, o discriminación dentro de la familia



Cuanto más, más y más. Y dios va por el resto

Que se caiga el cielo si las cosas no funcionan, que se corroan las cañerías de esta vieja ciudad

Que todo se desmorone, porque no falta nada para eso

Matemos nuestras glorias, hagámonos más pequeños,

Burlémonos de los demás para ser menos miserables, ocultemos nuestro profundo odio hacia nuestra mísera existencia

Digamos que todo lo exterior es mejor, comamos sushi, y a la mierda el cuy de seis patas



Valga algo tu madre, y la tuya, y esa más.

¡Que viva la raza de la sabiduría, y de la ignorancia popular! ¡Que viva!

Destrocemos las verdades universales. Compremos comida para perros cuando hay seres humanos que no comen.

Busquemos los mejores zapatos, y los mejores vestidos, y las más bonitas casas al estilo LOFT

Y entonces quemémoslo todo para fingir que hacemos lo contrario y así tener más amigos en las redes sociales

¡Claro! Seamos contracorrientes, pero comamos un corte de cuadril los martes, y démosles fideos sin nutrientes a los campesinos a cambio de sus papas que tanto nos enorgullecen

¡Estafémonoslos! Carajo, ¡hagámoslo! Qué esperamos. Qué esperamos… para negar a nuestros padres y abuelos. Para negarnos a nosotros mismos...

Que esperamos para ser más blancos… ¡Hablemos distinto! Rechacemos todo lo que nos dejaron. ¡Todo!



Y sí, sí, ¡Sí!, Destrocemos las verdades universales. Hundámonos en un pozo, ¡ahoguémonos!

Unos a otros, como perros, domésticos  y salvajes, llenos de autosuficiencia. Como perros, como perros, que ladran y muerden huesos.

¡Que viva la raza de la sabiduría, y de la ignorancia popular! ¡Que viva!

domingo, 30 de enero de 2011

Personalízame (1)

1.


Él despertó tras un sueño o una pesadilla, confundido al punto que ni siquiera hubiera servido el psicoanálisis, porque o algo había dejado de funcionar correctamente en su mente, o algo se había arreglado, y así dejaba de ser el mismo y se convertía en otro, y eso lo confundía.

Ella hubiera querido entender eso, pero era algo que en aquellas circunstancias estaba fuera de su alcance. Porque el mundo seguía girando en su eje, el tiempo corriendo, y así cada segundo de vida la iba transformando en alguien diferente, en ella, pero en otra, y otra, a cada segundo, y para entenderlo necesitaba ser ella ese momento.